Plaza de toros de Navas del Rey (Madrid). Tercera corrida de la «Copa Chenel». Tres cuartos de entrada. Ejemplares de las ganaderías de Flor de Jara (1º, 2º y 3º) y Baltasar Ibán (4º, 5º y 6º). De los de Flor de Jara ha destacado el 2º, y de los de Baltasar Ibán, el 6º, de nombre «Provechoso», marcado con el nº 72, premiado con la vuelta al ruedo.
Fernando Robleño (Verde esperanza y oro): 1 oreja y 2 orejas.
Adrián de Torres (Rosa palo y oro): 2 orejas y Ovación tras dos avisos.
Lama de Góngora (Azul noche y oro): Silencio tras aviso y 1 oreja con petición de la segunda.
Al terminar el paseíllo, se ha guardado un respetuoso minuto de silencio en memoria de los fallecidos a causa del covid-19. Justo después, ha sonado el Himno de España.
Corrida de muchos matices e interés para el aficionado la celebrada hoy en la localidad madrileña de Navas del Rey, tercera de la denominada como «Copa Chenel». Juego dispar el ofrecido por los animales lidiados de Flor de Jara y Baltasar Ibán, destacando de forma especial el sexto, que ha puesto los tendidos en pie en el tercio de varas y que ha embestido con bravura y clase a la muleta de Lama de Góngora.
Tarde redonda de Fernando Robleño en Navas del Rey. Lección magistral del torero madrileño, que ha sabido lidiar y cuajar a dos oponentes nada sencillos. El primero, de Flor de Jara, tenía buena condición por el pitón derecho pero estaba escaso de raza, saliendo del viaje con la cara alta y desentendiéndose. Disposición, entrega y mucho oficio de Fernando Robleño, que lo ha despachado de una estocada corta delantera. Una oreja.
El cuarto ha sido un toro muy exigente de Baltasar Ibán, con más genio que bravura y que embestía con todo, arrollando. Enorme Fernando Robleño, tragándole parones y que se viniera por dentro en muchas ocasiones. Le puede a base de valor y firmeza. Al someterlo, se aflige el toro. Trasteo importante y de mucho peso de Fernando Robleño. Estocada arriba. Dos orejas.
Adrián de Torres ha gustado muchísimo hoy a los aficionados que casi han llenado el coso de Navas del Rey, por su valor sereno, su excelente concepto del toreo y su buena expresión. La gran virtud del segundo ha sido el temple, así como también la fijeza en los trastos. Eso es lo que ha aprovechado a la perfección Adrián de Torres en la faena de muleta, logrando pasajes muy notables por ambas manos, dejando algunos naturales para el recuerdo, por lo despacio que ha conducido la embestida del astado de Flor de Jara. Finiquita a su antagonista de una estocada con travesía. Dos orejas.
El quinto ha presentado bastantes dificultades, tanto en banderillas, midiendo a los subalternos, como posteriormente en la faena de muleta de Adrián de Torres. Con seguridad, determinación y una magnífica colocación, le ha hilvanado un trasteo muy meritorio, asentado en los riñones y mostrando una acusada personalidad. No está acertado con los aceros. Ovación tras dos avisos.
El tercero ha sido un toro muy complicado, que reponía en su embestida y que nunca acudía a la muleta entregado y de verdad. Dispuesto Lama de Góngora, que lo intenta por los dos pitones. Necesita de varios intentos con el estoque. Silencio tras aviso.
El sexto ha sido el toro de la corrida. Fijeza, prontitud, recorrido, bravura en definitiva desde que salió por chiqueros, arrancándose de largo por dos veces al caballo de picar. Faena intensa de Lama de Góngora que si bien ha tenido algunos enganchones, sobre todo al manejar la pañosa con la mano zurda, ha conseguido tandas muy rotundas, con temple y ligazón, encajado, interpretando el toreo de una forma muy particular, con mucho gusto. Faena que a buen seguro será un punto de inflexión en la carrera de Lama de Góngora. Estocada delantera y desprendida. Una oreja con petición de la segunda y vuelta al ruedo para el burel de Baltasar Ibán.
José Chacón ha saludado después de colocar dos soberbios pares de banderillas al sexto.
Fernando Robleño y Adrián de Torres han salido a hombros por la puerta grande.
Imagen: Telemadrid