Plaza de toros Monumental de Pamplona. Octavo festejo de la Feria del Toro San Fermín. Sexta corrida de toros. Lleno. Cinco toros de Jandilla y uno (1º) de Vegahermosa, importantes 1º, 2º y sobre todo 5º, que ha sido un animal de grandes e importantes virtudes. El lote de menos opciones de lucimiento el de Ginés Marín.
Diego Urdiales (Azul marino y oro): Saludos tras petición de oreja tras aviso y Silencio tras aviso.
Alejandro Talavante (Azul noche y oro): Silencio y Vuelta al ruedo tras aviso.
Ginés Marín (Ciruela y oro): Saludos tras petición de oreja y aviso y Silencio.
Pese a que hoy no se ha paseado ninguna oreja en Pamplona (de haber estado los toreros más acertados seguro que sí se hubiera hecho) se puede hablar, sin duda, de una corrida de bastante contenido artístico, con un encierro de Jandilla de comportamiento variado, en el que ha sobresalido el gran 5º, por nobleza, clase, humillación y entrega en su embestida.
Ése quinto ejemplar de la tarde se ha empleado en el primer puyazo recetado por Manuel Cid, saliendo suelto en el siguiente. Quite por chicuelinas de Ginés Marín. Ya en la faena de muleta de Alejandro Talavante el toro de Jandilla ha embestido con categoría, con fijeza, profundidad y clase por ambos pitones. El torero extremeño ha estado a una gran altura con él, con tandas con una y otra mano de muletazos largos, por abajo y reunidos, vaciando la embestida por debajo de la pala del pitón. Entregado y a más Talavante con el cornúpeta de Jandilla. Finaliza la faena con manoletinas. Estocada tendida, volcándose encima de los pitones y sufriendo un encontronazo con el toro, y varios golpes de descabello. Vuelta al ruedo tras aviso.
El primero del lote del matador extremeño ha sido un burel que ha tenido también calidad y clase, repitiendo con franqueza sus embestidas pero algo justo de poder. Ha comenzado su faena Alejandro Talavante de manera espectacular, con una arrucina de rodillas en el centro del ruedo, captando de inmediato la atención del respetable. Los momentos más notables del trasteo han llegado cuando Talavante se ha echado la muleta a la mano izquierda, consiguiendo pulsear y llevar muy empapado de tela al de Jandilla. Si el acero hubiera viajado más certero, posiblemente habría llegado el trofeo para Alejandro Talavante. Silencio.
Actuación muy importante la de Diego Urdiales hoy en Pamplona, tanto con el capote, sobre todo en el primero, como con la muleta. Al toro que ha abierto la corrida le ha enjaretado Urdiales un magnífico ramillete de verónicas, abrochadas con una gran media en los medios de la plaza. Galleando por chicuelinas lo conduce al caballo de picar el diestro riojano. Buen quite por gaoneras de Alejandro Talavante. Justo antes de iniciar la faena de muleta Diego Urdiales el toro se hizo daño en su mano derecha, comenzando a partir de entonces a dolerse y a no sentar dicha extremidad. Con todo, el animal tenía buena condición, muy noble, con ritmo en su embestida, queriendo coger la pañosa por abajo. Muy a gusto con él el matador de Arnedo, asentado, encajado, haciendo las cosas con pureza y con mucha torería y sabor. Lástima que tras dejar una estocada en muy buen sitio y de echarse el toro, se levantara por dos veces, enfriando el ambiente a la hora de la petición de oreja. Saludos tras petición y aviso.
El cuarto ha tenido otra condición diferente, sin clase, protestando ante las telas y tirando un derrote al final del viaje. Diego Urdiales ha estado, nuevamente, muy tranquilo, muy seguro, intentando y logrando en bastantes ocasiones que el toro no le enganchara la franela, algo nada sencillo dado el defecto ya apuntado que tenía el astado de Jandilla. Faena de peso, de exponerle mucho al toro, de entrega y de mucha verdad, citando de frente, dándole el pecho al toro. Pinchazo y más de media desprendida. Silencio tras aviso.
Ginés Marín ha pechado con el peor lote. El tercero ha sido un astado que ha salido suelto del peto, apuntando querencia hacia los terrenos de chiqueros. Muy firme ha estado con él Ginés Marín, dejándole la muleta puesta para obligarlo a perseguir el engaño, logrando los mejores pasajes del trasteo al manejar la mano zurda, salvando el gañafón que tiraba el burel en el último tramo del muletazo. Termina su labor con manoletinas. Estocada desprendida y descabello. Saludos tras petición y aviso.
Más difícil aún ha resultado el sexto de la tarde, parado, a menos y guardándose mucho dentro. Dispuesto Ginés Marín con un animal que siempre se ha movido con cierta brusquedad. Gran estocada. Silencio.
Por lo que respecta a las cuadrillas, subrayar las lidias de Víctor Hugo Saugar «Pirri», en el 4º; y Rafael Viotti, en el 6º, quien también ha brillado con las banderillas en el 3º, al igual que Miguel Murillo, en el 5º.
Imagen: Canal Toros – Movistar Plus