Apenas desde 48 horas después de su grave percance en El Puerto de Santa María, Andrés Romero ya busca cómo acortar plazos para su vuelta a los ruedos y trabaja con su fisioterapeuta, María José Reinoso, en su recuperación a partir de una técnica denominada Tecarterapia, que consiste en la estimulación de los mecanismos naturales de autoreparación del cuerpo favoreciendo los intercambios intra y extra celulares.
Como explica la propia fisioterapeuta, «es un método bio-acelerador fisiológico, cuya acción analgésica, antiinflamatoria y antiemédica hacen que este tipo de corriente sea particularmente apropiada para el tratamiento de fracturas, esguinces o desgarros musculares, especialmente, en la fase aguda. Libera el movimiento y reduce el dolor desde el primer tratamiento». De esta forma, el rejoneador, que guarda reposo absoluto por prescripción médica en su domicilio familiar a la espera de la próxima revisión médica en unos días, pone todos los medios a su alcance para propiciar que esa vuelta se adelante todo lo posible. «Sé que es difícil, sobre todo, por la fractura de la pelvis, y que debo ir con mucha precaución para no agravar las lesiones, pero me queda por delante un final de temporada muy bonita, me encuentro en un momento de mucha plenitud artística y lo último que estoy dispuesto a hacer es resignarme. Soy consciente de lo que tengo y de que el tiempo no corre de mi parte, pero mi ánimo está en ponerlo todo de mi mano para reaparecer lo antes posible y en las condiciones de idoneidad que el público merece, por supuesto», explica el jinete onubense.
Prensa Andrés Romero