Cuando esta temporada 2019 asoma a su ocaso, la localidad vallisoletana de Mojados se viste de tiros largos para su feria taurina. En la tarde de hoy lidiaba un encierro de Torregrande de procedencia Jandila, para los diestros José Miguel Pérez “, Javier Herrero y El Adoureño, un cartel de esos que gustan a los aficionados.
Llegaba Joselilo herido en el alma tras una complicada temporada en el que la suerte se empeñó en mostrarle la cara dura de la moneda, como si el torero vallisoletano no la conociese, como si los toros no se hubiesen empeñado en enseñársela a base de costuras que ha pagado a precio de sangre; pero claro, la suerte tiene que llegar, y a Joselillo le cogió trabajando y cuando eso sucede, el éxito está asegurado. Joselillo se debe al toro, la tauromaquia es su vida y por ella trabaja cada día de su vida, no hay descanso, en su vida solo caben sus trastos, su capacidad y su constancia, por eso cuando una tarde la moneda deja de empeñarse en mostrarle su cara más dura lo que lleva dentro fluye y la tauromaquia alcanza su máxima expresión, es lo que en definitiva ocurre cuando los toros embisten y el diestro tiene capacidad y actitud.
Los toros de Torregrande, se mostraron manejables, complicado el primero de Joselillo con el que el diestro estuvo sobradamente inteligente, firme y exigiendo al animal lo que este le reclamaba para que no se agotase con prontitud. Pasaportó de una gran estocada, sin necesidad de hacer trabajar al tercero de su cuadrilla. Oreja.
En el cuarto de la tarde un toro de mayor transmisión Joselillo mostró su mejor dimensión, con su concepto clásico, como ya muy pocos torean, con sus zapatillas clavadas al piso, y siempre apuntando al astado, estuvo soberbio por el pitón izquierdo y variado y valiente por el derecho, se ajustó el toro a la cintura y se dedicó a parar y mandar, poniendo al animal siempre en el lugar justo para conseguir hilvanar las tandas. Volvió a ejecutar la suerte suprema de forma excelente. Dos Orejas.
Javier Herrero y El Adoureño no tuvieron su día, no pudieron acoplarse a los astados que le habían tocado en suerte y además les penalizó el uso de los aceros.
Reseña del festejo:
Toros de Torregrande, manejables en general, complicado el primero lidiado por Joselillo y sobresaliendo el lidiado en sexto lugar por El Adoureño.
Joselillo: Oreja y dos orejas.
Javier Herrero: Silencio y silencio.
El Adoureño: Silencio y silencio.