Plaza de toros Monumental de Pamplona. Sexto festejo de la Feria del Toro San Fermín. Cuarta corrida de toros. Lleno. Cornúpetas de la ganadería de La Palmosilla, de gran juego, nobles, con clase y calidad. El 1º el más encastado, el 5º el más enclasado. En conjunto, encierro de nota muy alta.
Rafael Rubio «Rafaelillo» (Malva y azabache): 2 orejas y 1 oreja.
Manuel Escribano (Blanco y oro): 2 orejas y Vuelta al ruedo tras petición y aviso.
Leo Valadez (Celeste y oro): 2 orejas y Silencio tras aviso.
Extraordinaria corrida ésta cuarta de la Feria de Toro de Pamplona, propiciada por un encierro de La Palmosilla de juego magnífico, con nobleza, clase, calidad, entrega y bravura en sus embestidas, soportando muy bien la exigencia y durando mucho en el tercio final. Frente a estos animales, la terna de matadores ha disfrutado mucho por momentos, toreando a placer, paladeando cada embestida que le brindaban sus antagonistas. Posiblemente desde el palco presidencial se haya estado excesivamente generosos en la concesión de alguno de los trofeos concedidos, pero la inercia triunfal de la tarde y de la corrida también es entendible.
El toro del regreso de Rafaelillo a Pamplona ha sido un animal exigente y encastado. Brinda la faena el torero murciano al equipo médico del coso pamplonés, que le atendieron y le salvaron la vida en julio de 2019. Faena importante, de peso de Rafael Rubio, en la que ha estado muy poderoso para conducir por abajo y muy tapado al de La Palmosilla, que no perdonaba un error. Serio de estampa y de comportamiento el burel de la vacada gaditana. Estocada en buen sitio. Dos orejas.
El cuarto ha embestido con son y ritmo por el lado derecho, por dónde Rafaelillo lo ha podido torear muy a gusto, llegando a descolgarse de hombros. Totalmente distinto era el toro por el pitón izquierdo, por dónde le ha propinado una fuerte voltereta al torero de Murcia. Vuelve a la cara del toro, sin chaquetilla, hilvanando un trasteo basado en la mano derecha, por lo que ya se ha apuntado, logrando pasajes templados y de mucha reunión. Estocada de buena colocación. Una oreja.
Manuel Escribano se ha marchado a recibir a sus dos oponentes a portagayola, resultando más apurada la del segundo de la suelta. Tanto en este toro como en el 3º han compartido banderillas Escribano y Leo Valadez, sobresaliendo en este caso el segundo par, colocado por el matador mexicano, y el tercero, al violín y al quiebro del diestro sevillano. Con varios pases cambiados por la espalda ha comenzado su faena Manuel Escribano, aprovechando desde el inicio la fijeza y la clase del cornúpeta de La Palmosilla, que también ha tenido una buena dosis de nobleza y de humillación en su embestida, ralentizándose al llegar a la jurisdicción del torero. Finaliza su labor con manoletinas. Estocada arriba. Dos orejas.
Como queda dicho, Manuel Escribano ha saludado también en la puerta de chiqueros al quinto, el mejor toro del notable encierro enviado desde tierras de Tarifa a Pamplona. En banderillas ha galopado el animal con ritmo y con franqueza, destacando la ejecución del tercero de los pares, de dentro a afuera. Con otro pase cambiado por la espalda ha comenzado la faena el espada de Gerena, toreando a placer a su antagonista, con tandas de muletazos largos, profundos, con media pañosa arrastrando por la arena, exigiéndole por abajo y el toro respondiendo. Pinchazo y estocada algo desprendida. Vuelta al ruedo tras petición de oreja.
Leo Valadez se presentaba esta tarde en Pamplona, y a fe que ha tenido una feliz presentación. Al tercero le instrumenta un quite por zapopinas, una de ellas de rodillas, después del paso por el peto. Muchos pies ha mostrado el cornúpeta en el tercio de banderillas, protagonizado por Leo Valadez y Manuel Escribano. El temple ha sido, quizá, la principal virtud del trasteo muleteril del matador mexicano, ante un animal que en el segundo tramo del muletazo colocaba la cara más a media altura. Manoletinas de cierre. Gran estocada. Dos orejas.
El sexto ha salido algo desentendido de las telas que le ofrecían en los primeros tercios. Espectacular tercio rehiletero de Leo Valadez, con un tercer par al violín. Muy templados y pulseados han sido los naturales que ha instrumentado el diestro azteca, sacando la franela por debajo de la pala del pitón, enganchando adelante y soltando atrás. El broche a la faena y a la corrida lo ha puesto Leo Valadez con unas bernadinas realizadas sin espada. Media estocada desprendida y varios descabellos. Silencio tras aviso.
Nombres a resaltar entre las cuadrillas son los de los picadores Alberto Sandoval, en el 3º y Óscar Bernal, en el 6º. Con las banderillas, los tercios que han brindado al público tanto Manuel Escribano, con su habitual aparente facilidad para encontrar toro en todos los terrenos, y Leo Valadez, de igual forma, entregado y reuniendo muy bien los palos.
Los tres toreros y el mayoral de la ganadería han sido paseados en hombros por el ruedo aunque por la puerta grande sólo han salido los matadores.
Imagen: Canal Toros – Movistar Plus