Huelva, 2 de agosto de 2018. Novillada de Villamarta; desiguales en el juego y presentación, faltos de fuerza en general; que daba comienzo a las Colombinas de este 2018 en la que se vestían Emilio Silvera de verde Esperanza (oreja y vuelta al ruedo) , Juanito de purísima y oro (oreja y dos orejas) y Alfonso Cadaval de purísima y oro (ovación con saludos y silencio). Los dos últimos hacian el paseillo protocolariamente desmonterados por debutar en la plaza de toros de La Merced. Al romper el paseillo se guardaba un minuto de silencio por el fallecimiento del aficionado onubense Curro Medrano. Más de media plaza.
Muy templado comenzaba, Emilio Silvera, toreando a la verónica a un astado de Villamarta que recibió los dos primeros puyazos de Simao Neves que guardaba la puerta. Ya cuando Silvera se echó la Franela a la mano derecha «Faisanero» había amenazado varias veces con pedir los papeles, lo que al diestro le importó realmente poco para colocar al burel en su terreno y ofrecer tandas de templanza y largura, para comenzar una por pitón. Estuvo variado por el pitón derecho hilando circulares de gran belleza. Remataba la faena, el onubense, toreando con gran gusto al natural, con largura y templanza. Tras pinchazo estocada completa. Oreja.
El segundo de su lote fue un animal complicado, tecloso y falto de fuerza y transmisión. Volvía Silvera a estar muy firme consiguiendo meter al público en la faena a base de un buen toreo con la mano derecha y mucho valor. Erró con los aceros. Vuelta al ruedo.
Juanito comenzaba su turno toreando al suelto segundo con templadas verónicas, la poca fijeza del animal en los primeros compases de la lidia hizo que la faena no tuviese continuidad. Con la muleta Juanito se afanó en componer muletazos de profundidad sometiendo al novillo por bajo, la falta de fuerza impedían que las elegantes tandas tuviesen más duración que tres o cuatro ligazones. Ejecutó tandas con la mano derecha desmayando la postura con gran belleza, remató la faena con ajustadas bernardinas repletas de gallardía. Pasaportó al de Villamarta tras pinchazo con media estocada. Oreja.
Lucido, valiente y variado estuvo Juanito cuando rodilla en tierra empezó a torear a la verónica para luego rematar con unos vistosos faroles ya en los medios. Por chicuelinas dejó al novillo en la suerte de varas, y lo probó con un precioso quite por cordobinas. Ya con la muleta citó al toro de lejos para con gran quietud cambiar el pase a su espalda. Con la mano izquierda ejecutó lances de enorme profundidad y sometimiento, evitando, la falta de fuerza del novillo la ligazón en las tandas. No tardó en pararse el de Villamarta, que obligó al portugués a cambiar el concepto de la faena y rematarla a base de recursos y tremendos arrimones repletos de torería. Dio una gran estocada que le valieron las dos orejas.
Saludaba a la veronica Alfonso Cadaval a Riojanillo de 420 kg que tras recibir un buen puyazo de Antonio Muñoz se rajó impidiendo el quite de Silvera. A la altura del tercio echaba Cadaval las rodillas al suelo para ofrecer una primera tanda de emoción y valor, muy complicadas por las continuas protestas del de Villamarta en cada embestida. Estuvo muy firme el sevillano buscando al toro en sus terrenos tras pinchazo estocada defectuosa. Ovación con saludos.
Muy firme comenzaba toreando, Cadaval, con la mano derecha al cierraplaza, un astado que se había quedado un poco crudo en varas a pesar de haber derribado a Francisco de Borja. Basó la faena en el pitón derecho del animal, por el que demostraba más calidad, aunque ofreció interesantes tandas al natural. Tras media estocada erró reiteradamente con el descabello. Silencio.
Fotografias González Arjona (Plaza de Toros de la Merced).