A pesar de los difíciles momentos que están atravesando actualmente todos los profesionales taurinos, más aún si cabe en el caso de los novilleros, Carlos Aranda está llevando a cabo una intensa preparación en el campo, tan importante para no perder contacto con los animales y sus instintos y reacciones. Tras dejar el listón alto la pasada campaña, con sus triunfos en la Plaza de Las Ventas, el diestro se está mentalizando a conciencia para cuando el teléfono comience a sonar y llegue la hora de ponerse el chispeante.
El joven torero de Daimiel no ha parado de hacer tentaderos en los meses de mayo y junio, destacando de forma especial los realizados en las ganaderías de San Martín y Carmen Valiente, donde ha participado en varios de ellos; Los Ronceles, Dolores Rufino, La Rinconada, Saltillo, El Ventorrillo, Sepúlveda de Yeltes, en un tentadero de hembras así como un novillo de una gran calidad con el que Carlos Aranda ofreció una magnífica dimensión; y Gómez de Morales, al que pertenece la foto que se adjunta a esta noticia. En este último caso, el novillero manchego tomó parte en un tentadero de hembras y otro de machos, enfrentándose también a un toro cinqueño y a otro cuatreño.
Foto: Sergio Castillo Fernández