Seria tarde de David Galván que se impuso a un tecloso lote de Las Monjas y cortó una oreja.
Recibió al primero de su lote por delantales y ajustadas chicuelinas rematados con una torera revolera mirando al tendido. Con la muleta a base de poder, intentó alargar las embestidas del toro, faena a más que remató con una gran estocada. Oreja con fuerte petición de la segunda.
Se abrió a la verónica con el quinto, siendo prendido sin consecuencias en el cuarto lance. Con la muleta inició la faena por doblones, faena de firmeza y asentamiento del diestro gaditano que, a base de valor frío y fiel a su concepto, se impuso a las ásperas embestidas del de Las Monjas. Sólo el fallo a espadas, le privó de la puerta grande.
Foto: Víctor Luengo
Prensa David Galván