Dos novillos de García Jiménez, de buen juego. Manejable el primero, con nobleza y fondo. Y otro más complicado que nunca se entregó. Dimensión de Luque en los dos. Profundo y templado con el primero. Redondo, valiente y firme con el otro, que le llegó a voltear en la faena de muleta. Contundente con la espada. 4 Orejas. Una tarde sublime.
Foto: Menacho
HC3