Un rabo cortó Alex Mariscal y dos orejas Manuel Jesús Carrión en la tercera novillada de selección del Ciclo de las Escuelas Taurinas de Andalucía
Ficha
Plaza de toros de Guillena (Sevilla)
XXIX Ciclo de Novilladas Sin Picadores Retransmitidas por Canal Sur TV
3ª Selección en la modalidad de ‘Clase Práctica’. Entrada: Media plaza. Se lidiaron astados de Sorando. Bien presentados y de juego dispar.
Ignacio Candelas; (E.T. C. de Sevilla), Ovación.
Lolillo Soto; (E.T. Sevilla-Amate), Oreja tras aviso.
Miguel Osorio; (E.T. Ubrique), Oreja.
Enrique Toro; (Libre-Huelva), Ovación tras aviso.
Manuel Jesús Carrión; (E.T. Algaba), Dos orejas.
Alex Mariscal; (E.T. Camas), Dos orejas y rabo.
Templado Ignacio Candelas con el primero
A «Machote» lo saludó Ignacio Candelas con una larga cambiada para después seguir por verónicas mientras le ganaba terreno y le daba sitio. Culminó el saludo al primero con una revolera. En el quite se le metió por dentro y lo volteó sin consecuencias. Inició la faena con un pase cambiado por la espalda, para después seguir pasándolo con despaciosidad y suavidad. El eral parecía que estaba picado, era muy templado, con prontitud y obediencia, entregándose. Aun así, necesitaba tiempo y sitio, no le sobraban fuerzas. Ignacio dibujó un trazo largo y limpio con el que lo llevó hasta el final, siempre con temple. El animal necesitaba sitio y despaciosidad, en cuanto faltaba uno de esos dos componentes se descomponía. Encontró la armonía, llevándolo muy despacio y muy tapadito con el toreo al natural, echándole los vuelos y ligando. Alargó con el toreo en redondo hasta cerrar por manoletinas y una estocada no demasiado bien ubicada pero efectiva.
Toreo puro y entregado de Lolillo Soto
Lolillo Soto saludó a «Amiguito», un novillo que se recorrió la plaza antes de entrar en el capote. Lo llevó en los medios con pinceladas en el saludo capotero. Tras el quite y su respectiva réplica, se daba paso a banderillas. Cambió el tercio y Lolillo lo tanteó genuflexo, muy despacio con un novillo que le soltaba la cara a su paso. No pudo bajarle la mano al segundo, porque enseguida se caía sobre el ruedo. Se frenaba, siendo reservón y ligeramente incierto, por lo que el animal tampoco permitió el acople en la faena. Embestía a dos ritmos y, a pesar de la entrega del espada, no hubo manera de manejarlo en la tela. Lo volteó bruscamente, pero rápidamente se recompuso y volvió a la cara del animal. El novillero se ponía con verdad, con un toque firme y sincero para que después el temple marcara el recorrido, aguantando y tragando en el sitio, dejando un toreo puro y entregado. Se tiró a matar, siguiendo el recorrido de la espada, con todo. Hundió el acero al segundo intento.
Buena faena de Miguel Osorio, sobre todo, con la mano derecha, al tercero
«Leñador» que hizo tercero entró en los lances de Miguel Osorio que dejó un saludo lucido y muy torero. Se alcanzó el cambio de tercio y antes de recibirlo en la franela, brindó a Ruiz Miguel. En los primeros compases lo tanteó por abajo, genuflexo, después se levantó y siguió ganándole terreno, muy despacio. El astado se movía y seguía los engaños, facilitando la ligazón al espada. Ahormó una faena ordenada y limpia, con tandas cortas y siempre con la muleta en el morrillo. El viento, aunque no fue excesivo, molestó en cada instante. Tampoco se olvidó de dosificarlo, dándole tiempo y sitio después de cada tanda. Además, lo requería el de Sorando. En el toreo al natural, se trastabilló y cayó al firme, pero rápidamente volvió para recomponer su tanda al natural. Una vez culminada, volvió al pitón derecho, el que mejores condiciones mostró, permitiendo el lucimiento entre ambos. El novillero alargó con un pitón izquierdo que cada vez se quedaba más corto. Acabó metido en «tablas», al natural con cierta aspereza, dando paso a una estocada irregular.
Muy por encima Enrique Toro del rajado cuarto
Enrique Toro bregó por abajo a «Boquiflojo», guiando y metiendo la embestida en los vuelos, ganándole terreno hasta sacarlo. El eral -cuarto- se metió en «tablas», marcando su querencia en el tercio de banderillas. En la faena de muleta lo probó por ambos pitones, sin continuidad, siendo un inicio lento y de poco calado. Logró sacarlo de la querencia y disponerlo sobre el pitón derecho, para ello lo citó en la larga distancia, aprovechando la inercia para ligar. Tuvo que ayudarlo entre toques, con una muleta delantera al morrillo que arrastraba la embestida tras el engaño. El animal poseía una embestida tranqueante y poco uniforme, pasando sin humillar ni romper a más, teniendo que tirar y obligarlo para que culminara, imponiéndose a las embestidas. Pasaba sin interés, teniendo que atacarlo para poder llevarlo, con un toque firme y fijador. Buscó las teclas, pero no había materia prima, culminó por manoletinas y una estocada sin demasiado acierto, teniendo que descabellar.
Manuel Jesús Carrión se impuso a la descompuesta embestida del quinto
Manuel Jesús Carrión salió al ruedo para recibir en su capote a «Perlito», un novillo que buscó y que remataba. En el capote tardó en entrar, pero cuando lo hizo, entró arremetido con brusquedad, sin entregarse. Empezó la faena de muleta al quinto entre probaturas, con una embestida sin definir y que se vencía por dentro. Eligió el pitón izquierdo para seguir la faena, con sitio y tiempo, tratando de bajar las revoluciones a aquella embestida defensiva y descompuesta que afeaba cada natural. Le echó los vuelos con suavidad en un pitón derecho, en el que pedía suavidad y despaciosidad, pasando sin ningún tipo de definición. Terminó feamente prendido, sin poder salir de los pitones, unos pitones que buscaron, pero que no terminaron de calar. Volvió y continuó con la mano izquierda, entre protestas y el comportamiento ajeno de un novillo al que sólo se le podía llevar de uno en uno, tirando hacia adelante. Simplemente pasaba, sin armonía ni facilidades para el espada. Metió la mano al primer intento, certera y efectiva.
Determinación, valor y una buena técnica, claves del sólido triunfo de Alex Mariscal frente al sexto
«Cortijero», que salió suelto y ajeno a las demandas del espada, cerraba la tarde-sexto- en las manos de Alex Mariscal. El espada lo pudo parar, envolviéndolo muy despacio en los vuelos. Sería el propio espada el que protagonizará el tercio de banderillas, dejándolos con lucimiento y en el sitio los tres pares. Inició el último tercio por estatuarios, pasándolo muy ceñido, sin rectificar a pesar de que se le venía encima. Dejó un inicio de riesgo y calado. Continuó la faena ante la mansedumbre del astado, que no se entregaba, pero al que Mariscal supo llevar echándoselo al morrillo y tirando. Le perdió unos pasos, dándole sitio y ahí, encontró el acople, tocándolo con firmeza, hasta exprimirlo. Al natural dejó matices de calidad y técnica con la que se impuso al sexto de la tarde. Sobre el pitón derecho lo toreó en redondo, envolviéndoselo a su cadera en un sinfín de muletazos en los que lo sometió y templó por abajo. Lo mató con acierto y determinación.
Incidencias
El festejo alcanzó la media entrada en una plaza en la que se rozaban los 40 grados.
Presidió el festejo D. José María Carriles, acompañado por el asesor D. Gabriel Fernández Rey, presidente de la Real Maestranza de Sevilla.
Amenizó la tarde la Banda de Música de La Granada, también de la localidad sevillana de Guillena.
Prensa Asociación Andaluza de Escuelas Taurinas «Pedro Romero»